Vanessa Gallo
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The Evolutionary Trip of the Galapagos Cotton
Isla Santa Cruz, Galapagos
Galapagos Naturalist Guide
I want to share with the world my amazing evolutionary story. Thousand of years ago, my ancestor, a cotton plant, lived in South America; birds used to collect its seeds but one day the birds got blown way off course by strong winds taken to the vast Pacific Ocean. Flying for their lifes, they found the remote Galapagos Islands. A hostile environment was awaiting, the cotton seeds fell in cracks of lava rocks, where little plants started to grow. Here is where my story begins. It was not easy to survive, my existence was challenged by constant water scarcity and sudden weather changes, and even though I made it! Adapting to the new and unique environment was the only choice I had and transformed me into an endemic species, one of a kind, the Galapagos cotton. Nowadays I flourish in the arid zone of several Islands and day by day, my bright large yellow flowers attract Galapagos carpenter bees, which enjoy my nectar and are essential for pollination. I am visited by a good number of Darwin finches too, eager to get the most comfortable nesting material: my cotton! My life is valuable and key for the fragile ecosystem. Life is a struggle, and although I was not the strongest plant, I found my way to continue to grow.
El viaje evolutivo del Algodoncillo de Galapagos
Quiero compartir con el mundo mi sorprendente viaje evolutivo. Hace miles de años mi ancestro, una planta de algodón, vivía en el continente Sudamericano; aves a menudo recolectaban sus semillas y un día, vientos muy fuertes los desviaron de su curso y se encontraron volando por sus vidas en el vasto Océano Pacifico, se salvaron al llegar a las remotas Islas Galápagos. Un ambiente hostil les esperaba, las semillas cayeron en las grietas de las rocas de lava, donde comenzaron a crecer. Y es aquí donde mi historia comienza. Sobrevivir no fue fácil. Fui desafiada constantemente por la falta de agua y bruscos cambios del clima, y aun así lo logré! Mi única alternativa fue adaptarme al nuevo entorno y transformarme en lo que. ahora soy: una especie endémica, única como ninguna otra. Mi hábitat es en la zona árida de las islas Galápagos y día a día las abejas carpinteras son atraídas por mis hermosas y grandes flores amarillas, ellas disfrutan de mi néctar y me ayudan en la polinización. Soy visitada por un gran número de Pinzones de Darwin, quienes utilizan mi algodón para sus nidos. Mi vida es invaluable y pieza clave para el frágil ecosistema. La vida es una constante lucha y aunque yo no era la planta más fuerte, a mi manera seguí creciendo.
